Nuestro Rallye de Portugal (Día 3)

El tercer y último día comenzaba a las 5 de la madrugada en la puerta de nuestra base de operaciones durante estos tres días. Una vez subidas en nuestra súper Opel Vivaro tomábamos dirección Almodôvar para luego desviarnos a Faro por la N2. Durante el camino, algunos aprovecharon para echar una cabezadita y otros como yo para seguir el road book de la organización para llegar al tramo.

Pero esta vez encontrar el tramo no iba a ser difícil ya que pasaba a escasos 10 metros de la carretera, así que aprovechamos para aparcar la furgoneta y desayunar tranquilamente. Una vez con el estómago lleno nos dirigimos al tramo. La zona espectáculo no prometía mucho, pero al cabo de andar un poco llegamos a una zona en bajada bastante ancha que finalizaba en una derecha donde al cortar la curva pegaban en los bajos.

La verdad que esta última jornada iba a ser un mero trámite, lo que podíamos observar viendo la diferencia entre Hirvonen y Loeb que entraban balanceando el coche y tirándose con decisión a la curva, y el resto, como Sordo que se limitaban a pasar. Lo gracioso de esta pasada es que nos volvimos a encontrar con nuestros amigos gallegos del día anterior, todos unos "figuras", especialmente cuando se subían a un árbol cercano y empezaban a animar a los madrileños.

Cuando quedaban pocos coches para finalizar el tramo se neutralizaba, así que volvíamos a la furgoneta para encontrar una zona que diese más juego, así que como teníamos una hora no había problema.

La siguiente zona espectáculo estaba a escasos 4Km y el aparcamiento era gigante, de echo aparcamos a escasos 50 metros del tramos. Esta vez la zona consistía en una horquilla que pasaba de asfalto a tierra. De nuevo, como no podía ser de otra forma, la curva estaba plagada de españoles, como demostraban las banderas gallegas, asturianas, cántabras, y como no, la madrileña.

Tras una espera algo pesada uno de los helicópteros nos anunciaba la llegada de Loeb, que pasaba muy por el sitio y sin arriesgar lo más mínimo, al igual que el resto de los punteros. Aquí el espectáculo vendría de la mano de los Wilson, Al Qassimi y especialmente de Ricardo Teodosio que ya venía cruzado desde que le veíamos venir para marcarse toda la curva completamente de costado, lo que provocó una explosión de gritos entre los aficionados.

Tras esta pasada era hora ya de volver a nuestras casas, así que vuelta a la furgoneta y de nuevo a la carretera. Esta vez volvimos por Sevilla, pero tengo que reconocer que desde que salimos del tramo hasta que paramos en Huelva no abrí los ojos... El viaje de vuelta no se me hizo muy largo, sobre todo cuando a los compañeros de viaje les da por abrir la puerta de la furgoneta cuando íbamos cerca de los 150Km/h...

Finalmente alrededor de las 21:30h llegaba a mi casa, con un estupendo sabor de boca tras lo vivido durante estos tres días, y con la intención de en cuanto se pueda, volver a Portugal a ver el mundial.