Al finalizar la ceremonia ya refrescaba, y tras buscar infructuosamente un supermercado para cenar algo decidimos ir al hotel, cerca de la Pola de Siero. Tras dejar el equipaje nos bajamos a cenar algo al restaurante del hote, donde pedimos unas bravas, unas croquetas y un chorizo a la sidra, donde ya pudimos apreciar que en el norte otra cosa no, pero se come muy bien. Después de la cena fuimos a ver el tramo donde queriamos ir al dia siguiente, el de Pajomal-Carbayín-L Rasa, para saber llegar a tiro hecho. Cogimos el tramo desde Carbayín, un tramo muy complicado, aún mas debido a la lluvia, con zonas rotas y que patinaban bastante. Nos llamo mucho la atención la cantidad de gente que a eso de la 1 de la mañana había ya en los tramos, lo que hacía presagiar que al día siguiente habría un ambientazo...
Cuando llegamos al hotel compramos unas botellitas de sidra, pero a las 2 ya estábamos metidos en la cama, pues el despertador estaba puesto a las 6 de la mañana.
Sábado 12. Nos despertamos y está cayendo una manta de agua bastante curiosa, por lo que decidimos montar agua, es decir, botas de montaña. Llegamos al famoso cruce de La Cruz y todavía no había mucha gente, y tras hacer un poco de tiempo decidimos ir a colocarnos en un buen sitio, pero justo cuando ibamos al tramo, un par de chicos nos dicen que el tramo se ha suspendido, empezamos bien. Por lo visto unos vecinos reclaman que quieren que se asfalte la carretera local... Ya se nos había trastocado los planes, por lo que decidimos ir al reagrupamiento de Nava, donde por lo menos podemos ver los coches. Allí podemos hablar con Monarri, o hacernos fotos con Lemes y Garre. Ahora la opción más logica parece ir a comprar algo para comer e ir al tramo de Cesa-Valdebárcena, así que eso hacemos, y tras hacernos el tramo decidimos quedarnos en una paella a derechas en bajada. Así que tras andar varios kilómetros nos colocamos en dicha paella y allí nos encontramos con Rodri y la gente de rincóndelmotor.
Esa pasada estuvo bien, y además pude encontrar un buen sitio para hacer fotos, así que perfecto. También estuve toda la pasada hablando con dos aficionados asturianos, que nos remontaba a la época de Genito Ortiz, cuando los rallyes eran rallyes, como ellos decían... También decir que aquí haría aparición dos elementos que darían mucho juego a lo largo del fin de semana, Cokimba y la bandera madrileña...
Tras esta pasada decidíamos ir al tramo de Piedrafita-La Zorea-Anayo, un tramo precioso, con una espectacular bajada al principio entre mucha vegetación... Pero para llegar a dicho tramo, la carretera por la que fuimos podia ser perfectamente otro tramo. El caso es que al final llegamos al pueblo de San Feliz y tras andar un poco decidimos ponernos en una horquilla a derechas bastante húmeda. Allí nos encontramos con unos amigos de Pablo, que venían desde Alicante y dormían en una furgoneta, vaya mérito. La pasada no tuvo mucha "chicha", seguramente porque era una zona bastante delicada y donde no era muy recomendable arriesgar. Ahora teníamos tress horas hasta la siguiente pasada, así que tras subir todo lo que habíamos bajado nos metimos un rato en el coche a comer algo y refugiarnos del frío que empezaba a hacer... Tras un rato de reposo, Pablo conseguía conectarse a internet y Sergio y yo decidimos acercarnos a un grupo de andaluces para preguntar si tenían un sacacorchos para abrir una botella de sidra, la verdad que el rato este con los andaluces daría mucho juego, sobre todo porque al irnos, uno de ellos nos ofreció lo que quedaba de un canutillo (le quedaban dos caladas...), lo que Sergio aceptó, quien al terminárselo se quedó dormido, no por el colocón ni mucho menos, sino por el palizón que ya llevábamos encima que era de aupa... Cuando quedaba una hora para el comienzo de la pasada nos llamó Isra, decía que venía hacia donde estábamos nosotros, así que tras esperarle decidimos colocarnos en una izquierda bastante rapidilla, con una casa azul al fondo que daría bastante juego para las fotos, lo que unido a la puesta de sol hacía un marco impresionante.
Allí conocimos a dos chavales catalanes, unos chicos super majos y que entendían mucho de rallyes, lo que hizo que la pasada se hiciera más amena. Una vez terminada la pasada era de noche, así que lo primero era cenar. Cuando llegábamos al coche nos llamó Nacho (al amigo alicantino de Pablo) para ir a cenar, así que tras juntarnos fuimos a cenar algo a Villaviciosa, a una sidrería, donde me pedí un plato de lacón que no me pude acabar, aunque la tarta de chocolate del postre entró que daba gusto...
A eso de las 12 de la noche llegábamos al hotel, y tras ducharnos y pagar la habitación nos quedamos los tres empanados en nuestras camas, y tras recibir un mensaje de Rodri para saber donde estariamos al día siguiente decidimos meternos en la cama.
Al día siguiente el despertador sonó sobre las 7:30h, y el tramo donde íbamos era el de La Nueva-La Invernal, en concreto al pueblo de Santa Bárbara. Esta vez el viaje al tramo se nos complicó más de lo habitual, pues estuvimos perdidos en un pueblo un rato, pero al final gracias a un paisano encontramos el camino correcto y llegamos bien. Cuando llegamos llamé a Rodri, que me decía que también se había perdido un poco, por lo que decidimos meternos en el tramo y andar un poco, hasta que encontramos un curva a derechas no muy lenta, lo que unido a una casa y un paisaje de fondo muy bonito hacía del entorno un buen marco para la foto. Para hacer tiempo pusimos la radio, y a través de ella nos llegaba la primera sorpresa del día, la salida de carretera de Daniel Solá, que iba cuarto... Lo mejor de esta pasada fue Romo, que al ver la bandera madrileña nos daba las luces y Diego Pinilla, que nos saludaba.
Cuando terminó esta pasada nos encontramos con Rodri, y nos fuimos a un supermercado cercano a comprar pan y algo de queso y embutido para hacernos un bocadillo, que nos sentó muy bien. Así que como teníamos dos horas hasta la siguiente pasada nos sentamos en el coche y estuvimos un buen rato hablando y haciendo coñas con todo tipo de cosas. Esta vez Sergio tuvo que ir a pedir un sacacorchos, pero esta vez no volvió con nada más, bueno si, con el tapón de la botella cortado de forma estratégica por unos colegas vascos que hacía que la sidra saliera mucho mejor, así que tras acabar con un par de botellas de sidra subimos al tramo de nuevo, esta vez nos colocamos a la salida de una izquierdas bastante lenta, en una pequeña recta, donde los pilotos veían la bandera madrileña perfectamente, como Monarri y Romo, que nos daban las luces, o Jorge González, que nos saludaba.
Tras este tramo se acababa nuestro Rallye Príncipe de Asturias, pero rápidamente llegamos a la conclusión de que una escapada de estas hay que hacerse una vez al año.
Así que tras despedirnos de todos, pusimos dirección a Madrid, donde a eso de las 9 de la noche estaba ya en mi casa.
Saludos¡¡

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