IRC- Curitiba

Meeke dominó el rallye sin oposición, consiguiendo su primera victoria en el IRC

La segunda cita del IRC nos situaba en un paraje poco conocido para los pilotos europeos, la localidad brasileña de Curitiba, una prueba que se ha caracterizado por la falta de equipos punteros como los Skoda, debido a los altos costes, y a la rapidez de sus tramos, llegando a marcarse medias de 144 Km/h en algunos tramos.

Entre los equipos presentes, tan solo teníamos a los Peugeot de Vouilloz, Loix y Meeke y los Abarth de Basso y Alen, así que entre ellos andaría la victoria.

La primera jornada tuvo un dominador indiscutible, y a la vez un tanto sorprendente, el británico Meeke, que marcaba todos los scrachts del día, llegando al final de la jornada con 48" sobre Basso, y esa fue realmente la lucha del día, la lucha por la segunda posición.

Y es que en los dos primeros tramos, Anton Alen fue el único de plantar cara al británico, pero en el tercer tramo se tragaba una piedra y tras pinchar, rompía la suspensión, lo que daba al traste con cualquier posibilidad de hacerlo bien, así que Vouilloz heredaba la segunda plaza, aunque con Basso a apenas cinco segundos.

Vouilloz fue segundo tras una intensa lucha con Basso

Tras la asistencia de mediodía el italiano lanzaba un fuerte ataque, lo que le llevaba a la segunda plaza al final del día, aunque con el francés literalmente pegado. Cuarto era sorprendentemente Cancio con un Mitsubishi Evo IX, mientras que Loix cerraba los cinco primeros.

La segunda jornada nos deparaba tres tramos a repetirse dos veces, y una vez que Meeke ya se había distanciado lo suficiente el interés se centraba en la lucha entre Basso y Vouilloz. Así que mientras Meeke se limitaba a conservar, Basso y Vouilloz se enzarzaban en una lucha a fuego, en la que primero empezó ganando el italiano, pero según fue transcurriendo la jornada Vouilloz le fue recuperando terreno, hasta finalmente terminar en segunda plaza. Loix finalmente era cuarto, y Cancio el primer local, quinto.

Foto: Jo Lillini-DPPI