A principios de Junio Lanzarote acogía todo el circo que rodea al nacional de tierra, y sus pistas volcánicas y abrasivas serían decisivas para el desarrollo del campeonato. El rallye del sábado fue de los más emocionantes, una lucha entre Solá, Lemes y Pons, que finalmente terminaba por este orden, y con unas diferencias muy justas, lo que suponía la primera victoria de un piloto que no fuera Pons.
La jornada de domingo iba a resultar decisiva para el desarrollo del campeonato. Pues aunque el rallye lo ganaba Lemes, lo importante era que Solá tenía que abandonar, por lo que los únicos pilotos que tenían opciones al campeonato ya solo eran dos: Pons y Lemes.
En septiembre llegaba el primer match ball para Pons, pues en este rallye ya podía sentenciar el campeonato, y este se iba a decidir pronto, pues en el segundo tramo Lemes pinchaba y desllantaba, lo que le causaba graves daños en frenos y suspensiones y se veía obligado a abandonar, por lo que de esta forma Pons era el nuevo campeón. En lo que se refiere al rallye en si, fue una lucha constante entre Ponsy Solá, que ganaba este último por escasos segundos en el último tramo.
Como viene siendo habitual en los últimos años, Cabanas ponía punto y final a la temporada, y ante la ausencia de Pons, la atención se situaba en la lucha por el subcampeonato entre Solá y Lemes. Pronto se retrasaba Solá por un pinchazo, por lo que la segunda plaza del campeonato era para Lemes, que además luchaba durante todo el día con Amador Vidal, que reaparecía y se hacía con una merecida victoria.
Fotos: Carlos Sanjuán
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