Nuestro Rallye Villa de Madrid

Desde hace unas semanas tenía este fin de semana marcado con rotulador rojo, era el inicio de la temporada madrileña de rallyes. Y como la cabra tira al monte y no me aguantaba más el viernes "engañé" a dos amigos y nos fuimos a las verificaciones, al céntrico Paseo de Camoens. Allí me encontré con Adri y con un amigo suyo de la universidad. La tarde estuvo animada, viendo las nuevas monturas para esta temporada y a muchos amigos de las carreras. Me encontré con varios amigos del curso de copiloto, como los hermanos Rufes y su Seat Ibiza; Roberto Bermejo )copiloto de Óscar Tomé), que me comentaba las mejoras introducidas en el coche; Álex Jiménez y Sergio Cerezo. El ambiente era parecido al primer día de colegio, con todo de estreno, como el Hans. Era curioso ver como el 90% de los pilotos sacaban el Hans por primera vez de su funda para verificar, incluyendo algunos despistadillos que no sabía que para verificar el Hans había que sentarse y atarse como si estuviese en la salida de un tramo. Tras unas fotos para el blog nos fuimos a casa para acostarnos pronto, puesto que rallyes y madrugar son sinónimos.

5:30 A.M. Pip, pip, pip, pip, pip, suena el despertador. Por suerte había dejado preparado todo preparado la noche anterior. Enciendo el ordenador para ver la lista de autorizados a salir, desayuno, compruebo que llevo todo y salgo de casa. Había quedado con Dani a las 6:30, sita a la cual se presenta puntual y marchamos hasta la localidad de San Martín de Valdeiglesias, donde habíamos quedado todo el equipo que nos encargaríamos de los tramos de El Burguillo y Almorox. Aproveché la ocasión para dar mi regalo a Chus, que hoy cumple 20 años ¡Felicidades!

Una vez en la salida de El Burguillo, montamos el control horario y la salida, que por suerte nos permite aparcar el coche cómodamente. Una vez montadas las pancartas pusimos los relojes en hora. El problema fue que estos relojes iban un minuto adelantados a la hora oficial, lo que provocó un poco de caos en la primera pasada pero que una vez comunicado a dirección de carrera se solucionó sin problemas. La verdad que la caravana del rallye era de lo más simpático de los últimos años. En el triple cero iba Pilar Mulero, que de mas de un apuro nos ha sacado alguna que otra vez; en el doble cero iban Paloma y Nacho (Tamayo), que como aquel que dice me han visto nacer, tanto biológicamente como "rallysticamente", y que para definirlos necesitaría varios párrafos más, así que nada, muchas gracias por todo (también por leer el blog); y en el coche cero iba Rubén Velázquez, al cual le propuse ser su copiloto en algún rallye... y dijo que se lo pensaría, así que en el Comunidad a lo mejor me veis de copiloto jeje.

Las dos pasadas por El Burguillo fueron tranquilas, la única nota significativa fue que Carlos Esteban rompió justo en el control horario.

Tras las dos pasadas, pusimos rumbo a Cenicientos, donde montaríamos el tramo denominado "Almorox". Pero como íbamos con tiempo suficiente hicimos una pausa para comer todos juntos. En dicha pausa me encontré con un chico que también hizo el curso de copilotos. No me acuerdo de su nombre, pero la verdad es que se ve que es un chico que vive las carreras. La próxima vez que le vea le pregunto su nombre sin falta.

La verdad es que en estas paradas para comer es donde realmente se hace piña: bromas, anécdotas, etc... Y en esta ocasión rodeados de un peculiar olor a "caca de vaca". Tras una foto de equipo empezamos a montar las pancartas, rodeados de mucha gente que iba a ver el rallye, que en cierta forma me recordaba a la salida de La Cabrera en el Rallye Shalymar, en menor medida.

Tras la caravana empiezan a llegar los primeros coches al control horario. Es curioso ver como se intercambian los tiempos los pilotos, comentan como han tomado tal y cual curva, etc...

Da gusto ver como casi todos los "conocidos" continúan en el rallye: Sergio Cerezo, Israel García, Álex Jiménez, etc...

Tras la pasada, y como teníamos dos horas hasta la siguiente, nos fuimos a tomar unos refrescos a un bar cercano. ¡Qué gusto poder sentarnos! La cara de Chus a su llegada era del mismo color que el Mitsubishi de Sansegundo, así que imaginaros la temperatura que hacía.

Puntuales, montamos el tramo para la segunda pasada. Aquí estuvo el momento-chiste de la jornada. Justo en el momento en el que el primer coche tenía que entrar al control horario, hacían acto de presencia un rebaño de ovejas, con su respectivo pastor. La cara de Rafa Flores (copiloto de Daniel Marbán), no tenía precio, y la imagen de verlos dando acelerones tras el rebaño para que les dejasen pasar, tampoco. El problema no paso a mayores y todo se solucionó sin problemas. En esta pasada el comentario de los pilotos era unánime, "vamos a acabar", y así fue, sin ningún problema.

Ya cuando estaba apunto de marcharme, vi a David Rufes, que comentaba que justo en el podium de salida se habían quedado sin frenos, un problema que ya han tenido en varias ocasiones, aunque como ambos reconocíamos, menos mal que no le pasó bajando Arrebatacapas.

Una vez recogido el tramo, fuimos a entregar el material. Allí vi a Jose Ángel, que en esta ocasión hacía reagrupamientos. Ambos intercambiamos las impresiones del rallye entre risas y anécdotas.

Tras esto ya puse rumbo a casa, ya había tenido mucho por hoy. La siguiente cita será el 10 de Mayo con ocasión de Rallye Comunidad de Madrid.

Mañana la crónica deportiva del rallye. Espero que os guste.

Saludos¡¡